Las elecciones del bipartidismo y el boicot etarra

CRISTOBAL RIPOLL - Con 169 escaños el PSOE de José Luís Rodríguez Zapatero gobernará otros cuatro años, mientras que el Partido Popular, que obtuvo 153 asientos en el Congreso de Diputados, debe afrontar las consecuencias de obtener un buen pero inútil resultado.

El bipartidismo y el voto útil han marcado las décimas elecciones generales de la actual etapa democrática de España. Los dos grandes partidos del país han aumentado sus escaños respecto a las pasadas elecciones, mientras que IU y la mayoría de partidos nacionalistas han sufrido un duro descalabro. Tras estas elecciones sólo CiU y PNV, con once y seis escaños respectivamente, mantienen una relativa importancia más allá de los grandes partidos nacionales. UPyD, el partido de Rosa Díez, cumplió las expectativas, logrando un escaño.

Todavía es pronto para apreciar las consecuencias de estas elecciones, pero está claro que habrá una reestructuración en varias fuerzas políticas. Gaspar Llamazares, líder de IU, aceptó la responsabilidad de los malos resultados que ha obtenido su partido y ayer anunció que se retirará de su posición como coordinador de Izquierda Unida. Varios partidos que han visto muy mermada su representación como Esquerra Republicana de Catalunya tendrán que replantearse la actitud que han mantenido los últimos tiempos. Y respecto al PP, el relativo buen resultado obtenido puede no ser suficiente para que Rajoy siga manteniendo su posición de líder popular.

Pero la importancia de estas elecciones no nos debe hacer olvidar al hombre que hace unos días fue asesinado por la banda terrorista que pretendía enturbiar el proceso democrático.

Es difícil precisar hasta que punto afectó a la votación el acto terrorista. Puede que ni el PP ni el PSOE perdiesen muchos votos en España por este asunto, pero hay que remarcar que por primera vez en 15 años el PSE logró ser la fuerza política más votada en las tres provincias del País Vasco. También es importante que la abstención en esta Comunidad Autónoma aumentó diez puntos, hecho en sintonía al “boicot” electoral demandado por la organización terrorista.

“Quiero pedir una cosa. Que el asesinato de mi padre no sea manipulado por nadie. No lo voy a tolerar, ni yo, ni mi familia, ni nadie. Y los que quieran solidarizarse con mi padre y con nuestro dolor, que acudan masivamente a votar el domingo para decir a los asesinos que no vamos a dar ni un solo paso atrás”. Estas fueron algunas de las palabras de Sandra Carrasco, la hija mayor del ex edil socialista de Mondragón que el pasado viernes fue asesinado por ETA. La joven hablaba a la multitud que se había reunido para mostrar su rechazo ante la violencia, pero su voz iba dirigida también hacia los ejecutores de Isaías Carrasco.

 

Aún sin haber tenido tiempo para aceptar el luto, Sandra fue capaz de hablar no de venganza, sino de democracia. La joven nos pidió a todos que fuéramos a votar, que la violencia no mermase nuestra libertad. Porque la victoria de los etarras no se encuentra en el asesinato, sino en lograr acallar la voz de los que siguen vivos gracias al miedo que provoca la violencia.